La sal es una parte esencial de la dieta, pero la mayoría de las personas consume más de lo que piensa y de lo que es saludable. Un consumo excesivo de sal contribuye a la presión arterial elevada, uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
10 SENCILLOS CONSEJOS PARA REDUCIR EL CONSUMO DE SODIO
Tener conocimientos sobre el sodio en los alimentos y explorar nuevas formas de cocina pueden ayudarte. Además, si sigues estos consejos para reducir la cantidad de sodio que consumes, tu “gusto” por lo salado irá disminuyendo gradualmente con el tiempo.
- Lee la Etiqueta de Información Nutricional: para saber cuánto sodio hay en los alimentos y bebidas. La mayoría de la gente debería consumir menos del 100% del Valor Diario (o menos de 2,400 mg) de sodio cada día. Lee la etiqueta para comparar el sodio entre diferentes marcas de bebidas y alimentos, y elige aquéllos más bajos en sodio.
- Prepara tu propia comida siempre que puedas: Limita las salsas envasadas, los preparados y los productos instantáneos (los arroces aromatizados, fideos instantáneos, pasta precocinada).
- Da sabor sin añadir sodio: Limita la cantidad de sal que añades a los alimentos mientras cocinas. Para dar sabor a tu comida, prueba con aderezos sin sal, con hierbas aromáticas o con especias.
- Compra fresco: Compra carne, pollo y pescados y mariscos frescos en vez de procesados.
- Controla tus verduras: comprá verduras frescas, congeladas (sin salsa ni aderezos), o enlatadas bajas en sodio o sin sal añadida.
- “Depura” el sodio: Antes de consumirlos, enjuaga los alimentos enlatados que contengan sodio, como el atún, las verduras y las legumbres. Así eliminarás parte del sodio.
- Quítale sal a tus aperitivos: escogé frutos secos, semillas y productos de aperitivo (como las papas fritas o los pretzels) bajos en sodio o sin sal añadida; o sustituílos por zanahoria o apio.
- No olvides tus condimentos: Elige condimentos con poco sodio o reducidos en sodio, aliña tus ensaladas con aceite y vinagre o aceto, evita los aderezos envasados como caldos pre elaborados.
- Reduce el tamaño de tus porciones.Menos comida se traduce en menos sodio. Prepara porciones más pequeñas en casa y come menos cuando estés fuera —escoge las porciones pequeñas, comparte el plato principal con un amigo, o llévate a casa parte de tu comida.
- Escoge platos bajos en sodio en los restaurantes. Pide que preparen tu comida sin sal, y que te sirvan las salsas y aderezos de ensalada aparte; luego, usa menos cantidad.
Lic. Lucrecia Hvala